Escribo… para engañar al silencio, para llenar los espacios que al marcharte vas dejando, la mayoría de las veces para cubrir mi rastro mientras me alejo.
Escribo porque a veces la tristeza no me deja más voz, hasta que la anestesia termina y entonces tu nombre me hace compañía.
Con los días aún conservo el eco de tus palabras, parecen seguirme como lluvia, reflejadas en el cielo nublado como tu piel blanca, sin sombras, y recuerdo cada una de las cosas que dijiste preguntándome la diferencia entre ser normal y la norma, pues para estar contigo no necesito aprobaciones, ni licencias, que si encontrarme a orillas de tus ojos es delito entonces lo confieso.
Escribo para poder perdonarme, el dolor se olvida, tú sólo te vas.
Escribo porque a veces la tristeza no me deja más voz, hasta que la anestesia termina y entonces tu nombre me hace compañía.
Con los días aún conservo el eco de tus palabras, parecen seguirme como lluvia, reflejadas en el cielo nublado como tu piel blanca, sin sombras, y recuerdo cada una de las cosas que dijiste preguntándome la diferencia entre ser normal y la norma, pues para estar contigo no necesito aprobaciones, ni licencias, que si encontrarme a orillas de tus ojos es delito entonces lo confieso.
Escribo para poder perdonarme, el dolor se olvida, tú sólo te vas.