2010

viernes, 20 de noviembre de 2009

No quiero ser feliz

si mi felicidad te hiere
no quiero ser
si no soy contigo
renuncio
porque mi único lugar seguro eres tú

porque retrocedo
no sé qué hago
no quiero más posibilidades
si no poseo la verdad

no quiero estar
si no pertenezco

martes, 3 de noviembre de 2009

Hubo una vez

Te quiero tres veces a la semana, quizá a veces menos, es todo.
Te extraño pero sólo lo necesario, sin compromisos ni exageraciones.

Conté todas las veces que pensé en ti en estos últimos meses y las veces que pensé en él, pero no se compara, treinta contra once, sin contar los papeles en desorden y las palabras acumuladas.

Quererte se vuelve un instante, ocho letras que sólo son reales en el momento de ser pronunciadas. No quiero decidir por siempre las veces en las que debo quererte y las que no.
Simplemente no quiero volverte indispensable, no para mí, por eso me voy.
Me imagino dejándote, despidiéndome para siempre de tu solidez y de tu figura alta.
No alcanzo a ver tu rostro, quisiera creer que nunca estuviste ahí, que todo lo soñé, quizá así dolería menos. No quiero irme.

Quisiera mentirte, decirte “No es por él”, pero la verdad se transparenta dentro de los ojos, ojalá supieras que una parte de mí se queda para siempre, que no mentí al quererte… que jamás voy a olvidarte.

No es el tiempo que dijimos, no podemos dividirnos, no hay motivos.

Me voy antes de que sea más tarde, antes de pertenecer a ti y perder para siempre mi identidad, estar más contigo sabiendo que irremediablemente acabará.

Me voy antes de que te vayas, de que te canses, de que te grite que me dejes en paz, que no tengo nada. Porque no creo en el amor eterno, y si no creo es porque yo misma no lo siento, no creo que haya amor verdadero en mí. Hubo una vez.

Como ves, los tiempos cambian, así como cambia y desaparece el amor.

lunes, 12 de octubre de 2009

Acumulaciones














Porqué, porque nunca te das cuenta cuán fácil me haces daño.
Porqué, porque ya no sé si esto es amor o un impulso desesperado (¿cómo se diferencia?).
Porque no todo lo que escribo es sobre ti.
Porque me dan ganas de llorar cuando pienso que podría estar bien sin ti.
Porque encuentro mil razones para no quererte y aún así lo hago.
Porque cada día me aferro a una excusa para ya no estar contigo.
Porque no siento remordimiento alguno al devolverte el daño que me haces.
Porque no tengo fuerzas ni para decir ya no.
Porque no eres indispensable.
Porque nunca compartiré contigo la parte más importante.

jueves, 24 de septiembre de 2009

El guardían y la estrella

Siempre te voy a buscar aunque estés cerca, siempre serás esa parte que me falta y sé que nunca tendré. Ashtray
Había un lugar entre dos calles que no eran paralelas, había un libro deshojado al fondo de unas escaleras, había una casa sin vidrios ni ventanas y también historias de animales muertos y globos violetas.
Había una vez un guardián y una estrella.
El guardián vigilaba de noche las dos calles, que siempre le parecieron iguales, severo en su postura, ni siquiera le estaba permitido mirar hacía otro lugar que no fuera la entrada.
Un día, aburrido, decidió mirar hacia otro lado y alejarse un poco del acceso de ambas calles, y cuando ya había dado unos cuantos pasos a su izquierda recibió una enorme sorpresa al darse cuenta de que al contrario de lo que siempre había creído, las calles eran perpendiculares.
Nunca le preocuparon las calles, era más bien una inquietud malsana porque ningún extraño atravesara el camino, y supo que si caminaba y caminaba tendría que encontrar el punto al que éstas conducían, que era sólo uno, sólo uno y por proteger a los dos nunca lo notó.
La estrella quería dejar de ser estrella, le gustaba su luz y vivía contenta, hasta que un día miró su reflejo sobre una ventana a la que se llegaba a través de unas escaleras.
El agua era inestable, pensaba al contemplar los límites del océano, en cambio, la superficie del vidrio nunca se movía.
Al verse a sí misma reflejada sobre el cristal, decidió abandonar todo lo que tenía para sentir cómo era bajar las escaleras y el movimiento del aire sobre la tierra, mirar hacia arriba.
Perdió su calor y olvidó su voz.
La estrella no sabía los momentos que jamás recuperaría, se volvió egoísta y no le importó el dolor que provocaba su desaparición.
El aire a su alrededor dolía.
Pasaron los años y la estrella se volvió invisible, el guardián nunca abandonó su lugar.
A veces surgen dudas y hay quien se pregunta si la estrella en realidad existió, si el guardián era de piedra.

martes, 25 de agosto de 2009

Mientras

Sabes cómo se siente cuando tu alma no puede entender la felicidad porque hay algo dentro de ti creciendo como un organismo que funciona todo lo contrario al cáncer... disminuye.
Mi corazón se hace pequeño. Lo descubrí, no puedo quererlo, no así, pues no hay algo estorbando, tú llegaste primero.
Sabes cómo se siente pensar que cada minuto a su lado podría ser el último, dudar entre abrazarlo o ignorarlo, que te falten ganas hasta para tomarlo de la mano.
Buscándote, como si el encontrarte siguiera siendo una posibilidad, como si no fueras tan inalcanzable.
Mientras tu ausencia, ya no quiero mentir más.

jueves, 28 de mayo de 2009

Cosas sin importancia

El agua cae sobre el papel y lo ablanda, lo hace más pesado, dejo que resbale sobre mis zapatos, las dudas sobre hacer lo correcto y lo inmediato se quedaron tras la puerta, más y más palabras deslavadas por la lluvia, palabras de aire, de plástico.
Digo tan poco porque en realidad estoy sintiendo más de lo necesario.

Aún llevo su nombre impregnado en la piel, el silencio arrancado en cada beso y el recuerdo de sus ojos cerrados. Me reflejé en sus párpados, en el par de sábanas revueltas y me descubrí extrañándote.

Mis manos aferraron su sombra como si fuera la tuya y por un instante todo el universo mintió para que volviera a mirar tu rostro y tu sonrisa de miel y el sabor a verdad en tus labios.

Nosotros no fuimos sábanas, sino almas entrelazadas flotando en una cama de huesos, sobre un colchón de piel.

Ahora mi corazón es una hoja en blanco, no existe nada más en él porque desperdiciaré los años tratando de que nadie más pueda escribir en él de la forma en la que tú lo marcaste.

domingo, 29 de marzo de 2009

Y aquí es cuando inserto la frase "Y sin embargo..."

Leo

Para no pensar en ti

¿Eso crees? ¿O eso creo yo que tú crees?

martes, 24 de marzo de 2009

Paráfrasis

Hoy abrí los ojos, vi tu ausencia
sin alas
despeinada y blanca
hoy abrí al puerta, mi tristeza
regresaba

¿Cuándo...?
mi esperanza cayó de rodillas
me aferré al fondo para no seguir cayendo
levantarme
no quería

¿Tú lloraste?
no había máscara
debajo no encontraste a la mujer sumisa
esperando
el cambio que jamás ocurriría.

¿Cuántas..?
lágrimas compartidas
mis labios volvieron a probar veneno
no soy
experta en adaptarme a otra vida

Elegí la forma menos dolorosa
de ocultar el dolor
dibujarlo en sonrisas
escupir hacia adentro
la tristeza

hoy abre los ojos
mírame
dime que no lloré por ti
ni una sola vez

No hay otra forma

Yo también lloré
no te he olvidado
esto sigue doliendo
te quiero
necesitabas confirmar con palabras
lo que ya sabías

martes, 10 de febrero de 2009

Nota al pie de página

Me asusta el panorama, me aferro a mi desorden de libros. Tres títulos compiten este fin desemana, leer como única manera de sobrellevar tu ausencia, de sentarme a diario a tu lado y caminar contigo existiendo en otra parte.
Lejos de ti y de todas mis obligaciones, me alejo del trabajo que no me hace feliz para contrarrestarlo con tu pérdida. Voy de la mano de las apariencias, como si nuestras huellas fueran solo de agua, ¿eso te hiere?
No sé cómo hacerlo diferente, acercarme a ti pues tus pasos se han convertido en sombras, y ¿dices que no debo morir si sólo basta olvidarte?
Hay silencios incluídos en notas al pie de página, silencios que se ocultan tras hojas de libros usados, silencios colmados de palabras, multicolores.
Pero tu silencio, junto con el mío, agrieta tanto el alma de manera irreversible, como la portada blanca de mi tristeza sin importancia.

jueves, 5 de febrero de 2009

Antes de que te vayas

Antes de que mi corazón se parta en mil fragmentos todos distintos, y se mezcle en el suelo con la tierra y el cemento y se disperse.

Antes de que los días se transformen en heridas.

Antes de que el tiempo nos alcance y tan sólo los estantes de la biblioteca sean testigos del silencio que devora nuestra cercanía.

Antes de que las rendijas del aire acondicionado nos observen llorar en secreto, y que las páginas del libro que de pronto desaparece se llenen de lágrimas.

Antes, mucho antes de que mi único horizonte sin ti sea esta estúpida mesa de madera, con sus estúpidos letreros de cubículos individuales para usar laptop.

Antes de que el reloj se detenga...

Quedan cinco minutos
queda tu silla vacía
mis ojos llorosos
no regreses sólo para la despedida.

Quedan 30 segundos
la tristeza solidaria de palabras huérfanas
tres cartas,
un adiós oscuro y sin retorno.

Quedan cincuenta pasos de diferencia
cientos de palabras
arrancar el alma y enterrarla lejos
respirar bajo el agua.

Queda la esperanza
sin certeza
girar el cerrojo
y destruir la única llave.

Queda un abrazo de distancia
dos besos...
Antes de que te vayas.