2010

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viernes, 4 de abril de 2008

Hemoglobina

Hiéreme el cuerpo
preferible sangrar heridas
que con el tiempo cicatrizan
que sentir que se me escapa
la vida
por los poros del alma
eterna hemofilia

si me miras una vez más
sabré que no he muerto

Eres los trozos de sangre
que anidan en mi pecho
somos espejo
mismos movimientos
distinto espacio

Estás tan cerca como el vaho
que exhalo frente al vidrio
el que desaparece al tocarlo
tan lejos como el tramo
que separa dos columnas
siempre paralelo

si me miras una vez más
sabré que sigo viva

Estoy presa en una cárcel
de muros transparentes
y cenizas
que habrá siempre
entre mi rostro y tu rostro
entre nuestros ojos
mirándose a escondidas

jueves, 20 de marzo de 2008

Recordé que te lo debo...

(QUE MANERA DE VER EL RELOJ SOBRE LA SABANA...)

Yo te diré
que no tengo manera de ver el tiempo
más que dentro de tus ojos.

Que no tengo idea de quién es Zaha
la que te ama
ni del gancho azul, ni del oso.

Que muy a penas alcanzo
a ver tu nombre, de reojo
transcurriendo sobre mi memoria
reflejándose en el espejo.

Que el tic-tac del reloj
hace aún más profundos tus silencios
que el tiempo contigo arde sin dejar cenizas
y duermo.

Parece que duermo
pero te extraño
antes de saberte sobre mis sábanas
malgastaba mi tiempo

Y escribo
mientras observo el reloj paralizado, en movimiento
y te veo
deslizándote sobre mí más allá de los sueños.

A veces siento
que no es el tiempo
si no tú
el que me hace falta.

Te quiero.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mi alma entonces, fantasma

Te extraña
como extraña el soplo de viento esta tarde de invierno
como extraña el guiño del ocaso la noche en la que estoy
como extraña el silencio el irregular tic-tac de tus parpadeos.

Te extraño
como extrañan las rosas blancas una lápida sin nombre en el cementerio
como extrañan a los acentos las palabras
como extrañan las espinas el tibio roce de las yemas de tus dedos.

Te extrañan
como extraña la piel yerma el hueco de tus manos
como extrañan la mirada devuelta de aquel poema a ciegas
como extrañan aquellos labios de agua en medio del desierto.

viernes, 25 de enero de 2008

La última línea

Cenizas y nieve
polvo de tu rastro
lo helado de tu ausencia sin pronóstico
...

Asfalto húmedo
reflejando el cielo blanco
y los charcos que dejaron tus ojos
...

Lluvia agria
invierno falso
y lo absurdo de esperarte en el semáforo
...

Sombra diurna
no bastan las coincidencias
decide terminar ésta, la última línea
trazándola sobre mis labios.

martes, 11 de diciembre de 2007

No sabes

No sabes que últimamente cuento los días
que se me atraviesan para verte
No sabes que acostumbro mirarte
cuando no me miras.

No sabes que me gusta el silencio
la soledad, los libros y los gatos
No sabes cuál es mi música favorita
ni los libros que leo.

No sabes que estoy hecha de cenizas
que frecuento caminar entre el fuego
No sabes que cada día renazco y luego muero
ni los fantasmas que oculto bajo las cobijas.

No sabes que los ojos y las palabras se desgastan
pero tu voz, se me ha quedado grabada
No sabes que pensar en ti no es esperanza
no sabes y admiro tu desconocimiento.

No sabes las palabras que desprendo de tu ausencia
de los poemas escritos con lágrimas
No sabes que acostumbro a olvidar las promesas
ni que callo y hablo más de lo que quisiera

No sabes
no me conoces
No sabes…
sólo mi nombre.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Después

El viento inhalado perdió tu aroma
el asfalto, extravió las huellas de tu rastro
el vacío se ha llenado de aire contaminado.
Tus ojos han dejado de cambiar en el semáforo.

Tu nombre dejó de sujetar mis brazos
los árboles cedieron ante la embestida del tiempo
veo esperanzas caer desde lo alto.

Tu ausencia se rehusa a proyectar sombra
los ojos duermen en su tumba, bajo los párpados
me voy, por si te quedaban dudas.

La carta en la botella regresa a mí con las olas
mis sueños han dejado de tener tu rostro
las heridas no sanan, el dolor es otro
me voy, es todo.

martes, 23 de octubre de 2007

Sin que me lo pidas

Toma mi silencio, te lo regalo
es tuyo, te lo doy envuelto
porque sueltos no puedo darte los pedazos
porque secos han caído mis esfuerzos al suelo.

Toma estos ojos, entre tus dedos
que ciega antes ya me había quedado
si éstos al verte se me escapan corriendo
pues siempre te pertenecieron.

Toma mi tiempo, lo descuelgo
de la pared donde cada día lo he colgado
porque tus brazos son mi segundero
y el minutero tus pasos.

Toma mis labios y llévatelos
pues sin pronunciar tu nombre de qué sirven
si enmudecen al querer hablarte
si callan mucho más de lo que dicen.

Llévate mi aire, no lo quiero
porque me quema como fuego al respirarte
porque tu ausencia se me impregna en los pulmones
y llena de vacío todo mi cuerpo.

Vete con mi voz
de todas formas ya extinta
muda, seca, caída
es tuya, te la doy.

Mis manos frías
mis negros ojos
mis cuencas vacías
el ruido y el polvo.

Aunque no me pertenezca
toma mi espera junto al semáforo
mi indiferencia
mi obsesión
mis ausencias
mis letras.

Mis desvelos para ti son
aunque nunca lo sepas
mis sueños
mis poemas
mis ideas
y todo lo que soy.