2010

Mostrando entradas con la etiqueta debería estar haciendo tarea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta debería estar haciendo tarea. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de noviembre de 2007

No sabía que los blogs también pasaran por crisis

Mi blog ha amenazado con suicidarse si mi grado de abandono sobrepasa los límites que no sé cuando se tomó la libertad de establecerme, ni mucho menos cuáles serán éstos, ni en qué condiciones serían considerados como sobrepasados.
Uno crea un blog con la más noble idea, como cuando cría a un gato, lo alimenta y le da todos los cuidados necesarios y, ¿para qué?, si los sacrificios sé vuelven pólizas vencidas cuando éstos adquieren la capacidad de independencia, de indiferencia más bien diría; para que luego salgan con que quieren suicidarse como el grillo que ayer saltó por la ventana desde el tercer piso durante el examen de inglés.
La primera advertencia del blog fue esta: "Debido a tus descuidos injustificados consecuencia de haber dejado de publicar más de lo permitido y en tiempos cada vez más espaciados, y al no haberte comprometido a una atención constante y digna de mi persona, dejándome morir de hambre de letras y abandonándome por considerarme sólo un pasatiempo, he decidido que prefiero suicidarme a esperar a que el silencio y el polvo me consuman. " Sí, esas fueron sus amables palabras antes de gritarme "¡Renuncio!", y marcharse.
Por si eso fuera poco, mi expresión no cambió, estaba loca, ¿quién demonios se pone a discutir con su blog? ¿Será el efecto de los marcadores a los que he estado expuesta desde octubre, o de plano ver tanta película como que sí me afectó? Porque últimamente hablo con los objetos, si antes hablaba con mis gatos, eso ya es pasado, pues al menos son seres vivos y no materia inerte, no que ahora me pongo a platicar con las láminas de dibujo, con los colores y hasta con el papel sobre el que dibujo o escribo. Si de por sí ya era raro hablar conmigo misma en voz alta, ahora me la paso regañando a mi práctica de laboratorio por no estar terminada, a mi suéter, por caérseme al piso a cada rato, y a los dibujos que hago, por quedarme tan feos al ser comparados.
El otro día me propuse inventar un monstruo inspirada en un artículo que leí hace una semana en el periódico, le di un rostro, un pasado, una personalidad, y ya estaba yo muy emocionada pues llevaba dos hojas enteras sin parar de escribir, cuando de pronto me detuve a leerlo para ver si funcionaba, y lo que me llevé fue un gran susto al comprobar cuánto se parecía a mí. No, no quiero a un ser que represente mi lado oscuro, nada de eso, quiero que sea independiente, que no se parezca a mí, pero veo que es imposible no dejar un pedazo mío en cada texto, con cada fragmento de poema no contener toda una historia; y lo que quiero ahorita es esconderme un rato, invernar antes de época por mientras que soy absorbida completamente por la escuela. Son etapas, pienso, en las que de pronto no me gusta nada de lo que escribo y entiendo que la inspiración no es una fuente inagotable. Prefiero enmudecer un tiempo, esperar a que la crisis de creatividad pase, que muden las hojas de los árboles, al igual que a mi blog le pasará lo mismo con sus inútiles ganas de suicidarse.

jueves, 23 de agosto de 2007

"Sin dormir pienso en ti"

Hoy como desde hace varios días relegué mi pluma y silencié mis manos, y mis ojos se llenaron de tinta para escribir lágrimas sobre un rostro cada vez más desconocido y cansado.
No entiendo, la semana se pasa tan rápido, cosas que quisiera decir mueren reprimidas. ¿Porqué tengo que escribir a escondidas de mí misma?
Sospecho que la falta de tiempo para expresarme lastimó mi ojo izquierdo y ahora está mucho más hinchado, aunque empezaba a quedarme ciega desde antes de que ocurriera esto, pues ya no distinguía mas que el horizonte pesado y vaporoso del sueño. Sueño ¡no me limites!, odio tenerte cuando no puedo. Sal de mí por las mañanas, vete de paseo, aléjate, porque lo abarcas todo, hinchas mi cerebro al igual que la inflamación a mi ojo izquierdo. Dices que es mi culpa, que son pocas cinco horas, que no duermo lo que debo, pero ya me cansé de que tomes el control absoluto de mis párpados, que te undas sobre mi cuerpo.
Déjame en paz, en mis noches de insomnio te das el lujo de ausentarte, sé que siempre ha sido así, una lucha constante entre lo que soy y entre lo que ya no quiero ser. Y sé también que no pienso desperdiciar un tercio de mi vida durmiendo.
Así que mañana que despierte y abra los ojos el mundo me parecerá otro, tu aroma adictivo saldrá de mi habitación, y tu cansancio contagioso, no sé cómo le harás, escóndete, tras los libros, bajo la cama, imprégnate al mosaico, enciérrate en el clóset o suicídate por la ventana.
Inspiración, ¿dónde andas? El sueño llega primero y me atrapa, me entra el miedo al saberme humana e imperfecta, me olvido de todo porque todo me cansa, las preocupaciones, las tareas inacabadas, las narices que gotean, los desvelos injustificados, todo eso me noquea, me entristece como gotas de un rocío inexistente descendiendo de entre mis pestañas.


PD: Gracias David por darme el título para este escrito que no tenía nombre, gracias por escucharme, hacerme sentir mejor, darme esperanzas y fuerzas para enfrentar el destino e inspirarme con tus frases sabias.