2010

domingo, 16 de septiembre de 2007

Porque en la lluvia te recuerdo...

Lo incierto se refleja en mi rostro, las tareas pendientes, en mi estómago. El tiempo me sujeta el cuerpo, aferrándose a mí con cadenas que penden desde mis párpados, pies y muñecas, anclándome a un suelo que no me permite volar. ¿De qué sirven estas alas ahora, si estoy atada a la rutina con mi propia piel como una jaula? ¿De qué me sirven, reprimidas y plegadas sobre mi espalda? Si afuera hay una lluvia que mi caparazón de obligaciones no me permite sentir, si mis ojos se mojan con lágrimas grises por lo difícil que me resulta vivir. Por no saber si al bajar del autobús la lluvia seguirá siendo lluvia, o se transformará en miles de pequeñas púas, falsos témpanos de hielo cayéndome desde el cielo, encajándoseme como balas acertadas en cada poro de mi cuerpo, dejándome de bruces en la calle con los ojos fijos y el rostro pálido, a merced de nadie. Por la angustia de que esas gotas indefensas me golpeen la cabeza como piedras y me desangre. Uno nunca sabe.
Hasta ahora la lluvia ha sido buena, compañera perfecta de mis soledades, aunque la vida es tan incierta que cualquier día de estos ella podría perforarme como miles de agujas convirtiéndome en su alfiletero, tal vez sus gotas dejen de ser tan dóciles y se vuelvan de fuego, o el ácido que emanen, en mí derrita cada célula de mi cuerpo, dejando no más que una negra e irreconocible mancha en el pavimento.

7 comentarios:

MarvinNation dijo...

La lluvia fue por un tiempo un tema recurrente en mi vida.
De hecho, mi primer poemario "pecados cafetales", está dedicado al café y a la lluvia.
El agua no sólo limpia calles, también conciencias, almas y amarguras.

Te comparto el primer poema que escribí para ese libro:

Desde mi ventana
Acurrucado en segundo piso
La lluvia se contempla agradable

Los golpes incesantes de las gotas
Convierten a mi patio en un campo de batalla
Grandioso

Aquí
Desde un segundo piso
Frente a esta maquinita de letras
La lluvia tiene tintes románticos
Y fríos

Esto último me agobia el horizonte

Ayer
Una galleta china
Claramente me puso sobre aviso
Cuídate del frío
Cuidado con el pecho y garganta
Suerte con el número seis

Corro escaleras abajo
Zumbo escaleras arriba
Qué sabroso me ha quedado este café

Carolina Burboa dijo...

Amo la lluvia y las sensaciones que me provoca el olor a tierra mojada...

Buen texto, saludos Srta.

Ashtray dijo...

"Cuando llueve comparto mi paraguas, si no tengo paraguas, comparto la lluvia."

La lluvia siempre "llena" el vacío de palabras que me faltan.
Nada como ella para limpiar del cuerpo las impurezas y las cenizas en el alma.

"Los golpes incesantes de las gotas
Convierten a mi patio en un campo de batalla"

Sus líneas me conducen a esos golpes, me sitúan justamente en ese campo de batalla.
y luego ese toque de humor al final...

Gracias por compartirme su lluvia!

PD: Si me facilitara información de dónde podría conseguir su poe-mario, le estaría enormemente agradecida.

Ashtray dijo...

Pues ya somos dos Srita. B´Lorak, la humedad de la tierra puede hipnotizarme por horas.

Anónimo dijo...

llego tarde a la cita
la lluvia decanta mi mejilla
la recorre
es la lluvia salada
que me abre el corazon...

morir sin ti
es un suspiro
un diluvio
la inundacion de mis sentidos...

morir sin luvia
es como vivir a medias


MUA DE HERMANN VON KAMILETTE

MarvinNation dijo...

Ya somos tres
entonces
hipnotizados por el sereno
rítmico golpeteo
apesadumbrado
de las gotas ígneas
acaso meteóricas
nada silentes
siempre fugaces
cayendo
l
e
n
t
a
m
e
n
t
e

sobre mi
c
a
b
e
z
a
.
.
.
.

Ashtray dijo...

Hermann Von Kamilette:
La lluvia perfora mis heridas
camuflajea mis lágrimas
las gotas de lluvia como espinas
que en cada espacio libre de mi piel
se clavan.

Vivir si ti y sin lluvia
es un doble morir.

Sr. Durán: Sí, mi estimado.
Las palabras caen como lluvias añoradas
y las gotas de agua resbalan por la memoria, doloridas
y caen al suelo como esperanzas estrelladas
que se olvidan.